luns, 25 de decembro de 2017

Dreamin' on that face again

Recostado en la butaca con los pies ensangrentados,
hipnotizado por llamas que danzan en la chimenea,
al ritmo de mundos que giran a 33 revoluciones.

Apreciando el valor de improvisar
medio tono por encima de lo que hace el bajista
y el de un punto de cayena en la boloñesa
y el de haber encontrado huellas de oso
y el de despertar bajo una tenue y cálida luz
sin saber de inmediato dónde estoy.

Recordando distintas versiones de mí mismo
sin tratar de construir una imagen a partir de piezas
que sé que nunca encajaron a pesar de haberlas visto caer.

Sonriendo en mi refugio asediado
por espíritus furiosos que ya no me reconocen,
moviendo el cuerpo a tres contra dos,
o dos contra tres, o tres contra dos,
rindiendo tributo a cierta diosa
de alas negras y sonrisa gamberra.

Destruyendo el pasado y el futuro
a paso de diplodocus sobre barro
con el aire que entra y sale de mis pulmones.


domingo, 3 de decembro de 2017

Healing salve

Fuego, sí. ¿Ácido? No. Me niego a que lenguas afiladas se ensañen con mis entrañas ni a que se extiendan fuera de mí a través del tiempo y el espacio.

No. Surfear la pasión es recibir la brisa en el cuerpo, y el sol y las gotas de agua y el salitre, entre delfines y gaviotas. No es correr por los callejones nocturnos del universo desesperado por el último chute de magia.

Dadme una barra de hierro al rojo para cauterizar mis heridas supurantes y que mi mierda no salpique a nadie. Que lo que salga de mí en todas direcciones sea luz y fuego, pero no lodo ni veneno. Nada de hechicerías oscuras. Espíritus sanguinarios, mirad hacia otro lado si queréis encontrar a alguien con quien negociar.

A lo que estoy dispuesto es a volar sobre montañas y a cruzar ríos por encontrarme contigo. Si tú quieres. Estoy dispuesto a cruzar los laberintos de Chapel Perilous por que nuestras líneas se crucen bailando en hélices una alrededor de la otra, como en aquellos otros pestañeos, aquellas breves y hermosas flores de Momo.

Si tú quieres. Sin dramas. Sin traumas. Sin sufrimiento. Nadie tiene que expiar sus abrazos, sus caricias, sus miradas; nadie tiene que pagar en cuchilladas mentales su vaivén de energías de cuerpo a cuerpo. Hay varias palabras para lo que es sagrado y sucio al mismo tiempo. Una es "tabú". Otra es "jazz".

Me escribo a mi mismo. Te escribo a ti, a ti en abstracto, a ti en concreto. Te conozco y me conoces y somos desconocidos. ¿Sientes el misterio? ¿No hace que te muerdas el labio? Quiero provocarte. No quiero aprovecharme de ti ni dejarme vampirizar. Quiero excitarte. Quiero que me excites. Quiero veinticuatro eones de crisálida contigo para que luego salgamos al mundo y veamos cómo brilla todo.

Te espero sereno y desprendido y con todos mis escudos abiertos.